Después de unos días de descanso y desconexión total, retomo el VisualMooc que empecé a mediados de diciembre. En el reto 1 se nos pedía que hiciéramos una reflexión sobre qué es para mí el Visual Thinking y qué aplicaciones puedo darle en mi ámbito profesional. He intentado no escabullirme y plasmar estas primeras ideas en dibujitos que, dada su falta de calidad por el momento (qué le vamos a hacer, somos principiantes), me temo tendré que explicar un poquito ;). Ahí va la imagen (está tomada con un móvil a falta de escáner):
Destacaré los que, para mí, son los puntos que más me interesan o me parecen especialmente reveladores. En primer lugar, es cierto que somos seres visuales. En mi caso, curiosamente, no es la inteligencia que más desarrollada tenga, ni mucho menos. Creo que soy una persona lógico-lingüística al 100% -si es que eso existe- y adoro todo lo que tenga que ver con las palabras, de ahí que este Mooc sea todo un reto para mí. Sin embargo, es cierto que el componente visual es esencial en nuestras vidas y que, en muchas ocasiones, lo hemos desterrado del aprendizaje, relegándolo a ciertas asignaturas o a la etapa de primaria.
Otra de las características que más me interesa es que fomenta la atención, la concentración y la memoria. Al pararnos a dibujar y a buscar la forma más eficiente de trasladar visualmente un pensamiento, un concepto o una idea abstracta, estamos procesándola casi sin darnos cuenta. Trasladado al aula es lo que siempre le digo a mis alumnos: al haceros una chuleta para el examen ya estáis haciendo un esquema, sintetizando lo que es importante y reteniendo esa información… entonces, ¿para qué sacarla en un examen si es justo eso lo que más se os queda? El aspecto concentración es especialmente revelador porque tenemos alumnos hiperestimulados, que se aburren a la primera de cambio y que les cuesta mantener la atención de forma continuada. ¿No se han usado mandalas para fomentar la concentración y la atención? Pues esto es parecido. Yo misma lo he experimentado haciendo este ejercicio.
En cuanto a la aplicación que podría darle, la asignatura que más me interesa es Teoría del Conocimiento, una asignatura troncal que imparto en los dos cursos de Bachillerato Internacional. Es una materia preciosa, muy abstracta, y creo que a los alumnos y a mí misma nos aportaría una nueva dimensión, ayudándonos a concretar ideas abstractas y darle forma real, por así decirlo.
Por ahora, dadas mis pobres dotes como dibujante, no tengo más remedio que copiar formas, iconos y símbolos que encuentro en internet. No sé si algún día encontraré un estilo propio pero tampoco me preocupa porque, por el momento, incluso el acto de buscar referencias e imitarlas me está pareciendo de lo más divertido. ¡Vaya entrada larga me ha quedado! Como veis, soy más de letras que de dibujos. ¡Paciencia!